martes, 13 de noviembre de 2012

Una tarde en el Marischal Museum (Aberdeen)

Ave.

Hace unos meses, investigando por la red de redes, me encontré con un documento pdf titulado “Numismatic collections in Scotland”. Me lo descargué, y resultó ser un resumen de unas 10 páginas sobre las colecciones numismáticas en los distintos museos escoceses.

Entre ellos estaba por supuesto Aberdeen, donde vivo, con tres museos, el Aberdeen Art Gallery and Museums, con unas 20000 piezas, pero muy pocas antiguas; la Robert Gordon University, con unas 400 piezas, también muy pocas antiguas, y el Marischal Museum de la Universidad de Aberdeen, con 40000 monedas, de ellas unas 17000 clásicas. Como podéis imaginar, esta última entrada disparó mi imaginación, e intenté ver si podía ver la colección, ya que el museo está cerrado desde hace unos años debido a importantes renovaciones que han de incorporar antes de poder reinaugurarlo.

Les contacté mediante correo-e, y muy rápidamente reenviaron el correo a la persona encargada, que se puso a mi disposición para una visita; debido a lo extenso de la colección, decidí dedicarme, al menos en una primera visita, a las republicanas.

El Marischal College tiene la tercera mayor colección numismática de Escocia, tras el Hunterian Museum and Art Gallery de Glasgow (donde se encuentra depositada la mítica colección Hunter), y el National Museum of Scotland de Edimburgo.
La Universidad de Aberdeen es una de las más antiguas de Escocia, creada por la unión del King’s College, fundado en 1495, y el Marischal College, fundado en 1593. El Marischal Museum se creó en 1907 como Anthropological Museum, y la colección numismática es una combinación de este junto con el King’s College Archaeological Museum.

Las casi 17000 monedas clásicas se dividen aproximadamente en unas 7000 griegas (incluyendo la Norman Davies Collection publicada en uno de los Sylloge Nummorum Graecorum en 1936), 1200 romanas republicanas, 8000 romanas imperiales y 500 bizantinas. El resto, unas 24000 monedas, son medievales y modernas.

Tras un par de intentos y el cambio de posición en mi empresa que me han mantenido muy ocupado la mayor parte del verano, al final no pude concretar la visita, pero hace un par de semanas volví a ponerme en contacto con la responsable y así pude acordar la visita para el jueves 3 de noviembre por la tarde… ayer. Me quedaban un par de días de vacaciones para cogerme antes de las que tengo en Navidad, y decidí que ayer era un buen día para uno de ellos.

Pertrechado con bloc, lápiz y cámara de fotos, aunque no sabía si me iban a permitir hacer fotografías, en encaminé hacia el edificio donde se encuentra el Marischal Museum que aloja la colección.

(Fachada Marischal College)

(Estatua Robert he Bruce frente a Marischal College)

Tras un laberinto de callejones secundarios interiores, ya que la entrada es la trasera por la obras que hay en marcha, llegué al patio interior, al que llaman pórtico, y en una puerta con un par de carteles que rezaban que el museo está cerrado a visitas salvo concertación previa, llamé al timbre como acordado y vino a recibirme la encargada (curator) de Fine Arts y responsable de documentación del museo, Shona. Más tarde, charlando con ella, aprendí que el museo no tiene en sí encargado de la colección de monedas.

El edificio es muy típico del estilo universitario de mediados del s.XIX, con mucho olor a madera añeja. Tras un pequeño paseo por pasillos y el salón principal donde se solían hacer las graduaciones, que Shona muy amablemente me permitió el acceso al mismo pese a estar cerrado a cal y canto.

(Entrada antiguas salas de exposición)

(Great Hall)

Una vez pasada una sala de exposición bastante oscura, con vitrinas muy antiguas llenas de objetos relacionados con la historia escocesa, entramos a un despacho donde trabajan Shona y una compañera. Me señaló una pequeña puerta lateral, diciéndome que tras ella se encontraba la colección de monedas.

Tras ponerme los guantes correspondientes, le pregunté si podía hacer fotos a lo cual me respondió afirmativamente, lo que incrementó mi alegría al poder documentar gráficamente la visita.

Lo que nunca imaginé era lo que iba a encontrarme detrás de esa puertecilla. Ninguna sala con vitrinas, ni tablones informativos, ni nada por el estilo. Es una habitación, que no sala, minúscula, rectangular, de unos 2x3 m, iluminada por una simple bombilla de estas bastante antiguas incandescentes que daba una luz amarillenta “grasienta” poco potente. A ambos lados, muebles metálicos con bandejas extraíbles incorporadas, con dentro planchas de plástico con circulitos para introducir las monedas. En la parte superior de cada mueble, una pequeña pegatina indicando simplemente la época: República, imperio, con fecha de siglos a todo lo más.
El problema que suponía esa luz escasa y amarillenta iba a ser para hacer fotos como Dios manda, por lo que decidí poner mi maravillosa compacta Panasonic Lumix LX3 (no quise llevarme la réflex al no saber si me iban a permitir fotografiar) en automático y con flash (brrrrrr) quizá por primera vez en mi vida.

Empezamos por el primer mueble que indicaba república e imperio, y las primeras bandejas contenían una buena cantidad de bronces menores republicanos, en regular conservación como es típico de la mayoría de estas acuñaciones. Cada hueco ocupado por una moneda tenía debajo uno o más cartoncitos, algunos simplemente con números y otros con una pequeña identificación escrita, la mayoría de ellas con caligrafía y cartoncitos típicos del s.XIX. Encima de cada bandeja, sobre las monedas, una hoja con unas pocas anotaciones sobre los contenidos. Quedé con Shona que me enviará un enlace a su base de datos a ver si están las monedas individualmente referenciadas o catalogadas en la misma.

En ese mismo mueble, la quinta o sexta bandeja deparó uno de las primeras sorpresas de la tarde. Parecía que no había monedas, aunque estaba la hoja que indicaba que había contenido. Yo ya estaba pensando en algún mangante erudito del s.XIX o principios del XX que se había hecho con ellas, cuando al abrir la bandeja hasta su máximo entendí el por qué no había huecos y parecía vacía. Lo que había era una serie muy bien conservada de grandes bronces republicanos:


Seguida por otra con bronces algo menores, y una curiosa pieza de fantasía copiada de un denario de L.Buca acuñado a nombre de César.



Las siguientes bandejas seguían con una mayoría de denarios imperiales, desde los Julio-Claudios, hasta los cuatro emperadores del 69 dC, con algunos muy interesantes Galbas y Otones, y ya siguiendo con los Flavios:



Muy interesantes todos, aunque mi objetivo eran las acuñaciones republicanas, al menos en esta primera visita. Me sentía como Guillermo de Baskerville cuando en “El nombre de la Rosa” se pregunta: “dónde están los libros por los que la biblioteca de este convento es famosa?” A mí me pasaba algo parecido: Dónde están los denarios republicanos?

Así se lo hice saber a Shona y nos pusimos manos a la obra a buscar el mueblecito de la República. Y como suele pasar, arrinconado y en último lugar, ahí apareció, con unas 30 bandejas repletas de denarios, la mayoría de ellos bastante bien ordenados cronológicamente, lo que me hace sospechar aún más que en algún lugar ha de haber un buen recuento catalogado de estos denarios. Se veían de vez en cuando anacronismos, pero esos los achaco a gente que ha cogido las monedas y luego las ha devuelto a cualquier sitio.

Así, las primeras bandejas estaban repletas de una gran variedad de emisiones del tipo Roma/Dioscuros:


La mayoría de las bandejas contenían una cantidad más que aceptable, muchos MBC y MBC+, con quizá un 30-40% en EBC, e incluso EBC+, por lo que fui haciendo fotos de detalle a algunos denarios representativos por su rareza o por su espectacular conservación.


(SVLLA IMP, un ejemplar en anverso y el otro en reverso)

Una bandeja contenía la colección completa de los Pomponia, con una Calíope (musa de la poesía épica) espectacular:


Y otra con algunos tipos arquitectónicos muy interesantes:


A medida que bajábamos bandejas nos íbamos acercando a épocas más turbulentas, el fin de la república y la aparación de las acuñaciones imperatoriales:


Llegué a contar unas 10-15 variedades distintas de elefante de César:


O un Coelius Caldus impresionante, al que esta foto hace poco favor:


Un Pompeyo que puedo decir es el primer denario en FDC que he visto en mi vida, con un bonito trisqueles siciliano al lado:


Y tres bandejas llenas de acuñaciones de César, dos de ellas prácticamente llenas con retratos impresionantes del dictador:




Un impresionante César con M.Antonio:



Los imperatoriales parecían no acabarse nunca!


Y unos escasos Cohortes Praetoriarum y Speculatorum, junto con el resto de la colección. Como se dice que “haberlos haylos” pero nadie los ha visto, y como esta colección es en su mayor parte del s.XIX, me dije… habrá un “LEG I”? Pero no, no hubo suerte… la leyenda continúa.


Cada vez que empezaba una nueva bandeja escaneaba la misma rápidamente a ver lo que había interesante y luego me dedicaba a coger, manosear y observar las que me parecían más interesantes.

A medida que avanzábamos, me decía a mí mismo: no lo tendrán, no es posible, no… pues sí! Ahí en medio de en una bandeja, como quien no quiere la cosa, un EID MAR, con el que pasaré bastante más tiempo en el futuro y al que haré una mejor foto, pero esta que está muy mal os va a decir mucho del estado de conservación de esta joya:



En fin, que disfruté como un enano toda la tarde. Quería haceros partícipes de esta aventurilla otoñal que seguro que tendrá continuación, pues me queda por estudiar detalladamente las republicanas, por las que solo puedo decir que pasé por encima ayer, y luego si pienso en los Alejandros que habrá entre las 7000 griegas, o la de imperiales interesantes (áureos, denarios, toda la gama de bronces… ay esos sestercios!) entre sus 8000 piezas…

Pero eso queda para la próxima, ya os iré contando!

Bene valeas.

(Publicado originalmente en http://www.denarios.org/ en Noviembre 2012).